Palma, capital europea de la guerra al ébola del olivo
Se ha querido que sea en Baleares, primera región española en sufrir la invasión, donde se sienten las bases para coordinar un contrataque internacional a una de las peores plagas vegetales que se recuerdan.
Palma acogerá el próximo mes de noviembre una conferencia internacional organizada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para tratar de buscar un remedio global contra el conocido como ébola del olivo, la Xylella fastidiosa, antes de que arrase las plantaciones agrícolas del continente.
La conferencia, que tendrá lugar entre el 13 y el 15 de noviembre, llevará por título Xylella fastidiosa: encontrar respuestas a un fenómeno global, y su principal aliciente será la presentación de los últimos avances científicos a nivel mundial en la lucha por el control y la erradicación de la plaga. El objetivo es definir estrategias de actuación a través de la investigación de la genética de la bacteria, que precisamente se ganó su apellido, fastidiosa, por la dificultad para ser aislada y cultivada en un laboratorio.
Aunque el grueso de los asistentes a la conferencia será de origen europeo (Italia, Francia y Alemania son países que se han visto afectados), también se prevé la presencia de científicos procedentes de países de fuera del continente como Estados Unidos y Brasil, donde la Xylella ha hecho estragos.
La iniciativa cuenta con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y de los consorcios financiados por la Unión Europea XF-Actors y POnTe, impulsados con el objetivo de atajar un mal al que ya pocos niegan su categoría de principal amenaza de índole natural para la agricultura y el medio ambiente de Europa, especialmente en la región mediterránea. También estarán otras entidades como la red de financiación de investigaciones científicas Euphresco y la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea.
El primer caso detectado en Baleares data de octubre de 2016, en un ciruelo de un centro de jardinería de Porto Cristo (Manacor). Desde entocens, el archipiélago ya ha confirmado 305 casos positivos de Xylella en su territorio.
La gran mayoría se concentra en Mallorca y se ha eliminado aproximadamente la mitad de los ejemplares, principalmente olivos y almendros, aunque la plaga se extiende a los cítricos, la vid y las higueras. Asimismo, ya hay detectadas otras dos subespecies además de la fastidiosa: X. multiplex y X. pauca. Se sabe que la bacteria tiene la capacidad de mutar en una cuarta subespecie, la X. sandy.
La plaga ya ha dado el salto a la península y hace menos de un mes se confirmó su presencia en una plantación de Alicante, concretamente de la subespecie multiplex. Cabe señalar que no se sabe si el foco de la plaga ha sido Baleares, que de hecho tiene prohibido la exportación de material de plantación vivo desde enero por orden ministerial.
Mientras, en Andalucía han saltado todas las alarmas ante una amenaza que puede multiplicar sus daños económicos en esta región. Andalucía aglutina el 60% de los 2,5 millones de hectáreas del país con olivos plantados (cerca de una cuarta parte en la provincia de Jaén). Pese a que el brote alicantino parece aislado, el Gobierno andaluz no se fía y ya ha activado un teléfono de aviso y consulta.
Extremadura también ha puesto sus barbas en remojo y desde la pasada semana ha iniciado una campaña informativa en el aeropuerto de Badajoz para informar a los pasajeros con destino a Mallorca sobre los peligros de la plaga y la prohibición de transportar material vegetal procedente de la isla.
Por otro lado, los agricultores de la Comunidad Valenciana han solicitado que se aplique desde ya el mismo protocolo de contención que en Baleares, que incluye la tala y eliminación de todos los ejemplares infectados e intensificar el control y los muestreos en un radio de 100 metros en torno a aquéllos.
El sector agrario valenciano celebró recientemente un debate organizado por el colegio de ingenieros agrónomos de la Comunidad en el que participó el jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de Baleares, Omar Beidas, quien explicó que los positivos detectados abarcan todo tipo de entornos: forestal, agrícola -bien en explotación o bien en estado de abandono-, plantas ornamentales, jardines públicos y privados o plantas en rotondas y autopistas.