Día Mundial de la Justicia Social

La justicia social se basa en la igualdad de oportunidades y en los derechos humanos, más allá del concepto tradicional de justicia legal. Está basada en la equidad y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial y para una sociedad en paz.

 

Educando para la reflexión

Un aprendizaje de la justicia social exige más que familiarizarse con algunos textos legales e integrar conceptos abstractos de derechos. Exige, sobre todo:

  1. Que los alumnos y alumnas se den cuenta de la existencia de inequidades en sus propias vidas y en su entorno inmediato: casa, escuela o comunidad.
  2. Que superen reacciones de culpabilidad, de reprobación o de resentimiento para llegar a un compromiso activo para promover la justicia y la igualdad a todos los niveles: personales, institucionales, nacionales o mundiales.


Dada la importancia de la igualdad de oportunidades para el desarrollo sostenible, es necesario que cada vez haya un mayor consenso dentro de la comunidad educativa sobre la necesidad de educar para la justicia social:

  • Una de las ideas expresadas en la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, es: «enseñar al niño el respeto de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales».
  • La Declaración Mundial sobre la Educación para Todos, de 1990, indica que una de las maneras de satisfacer las necesidades fundamentales de aprendizaje consiste en hacer que cada persona sea capaz de «servir la causa de la justicia social».

 

La justicia social como aprendizaje: metas y objetivos

Conocimientos Actitudes Competencias
  • Conocer los principios universalmente aceptados de los derechos humanos y de la justicia (como los que aparecen en la Convención sobre los Derechos del Niño).    

  • Entender que los comportamientos, las actitudes y las estructuras, ya sean personales, institucionales o sociales pueden promover o negar la justicia social.

  • Conocer las situaciones actuales en las que los derechos humanos no se reconocen y en las que la justicia social no es accesible para todos, tanto en el entorno cercano como en el mundo.

  • Desarrollar empatía con quienes son víctimas de injusticias.

  • Disposición para realizar acciones constructivas para que otras personas reciban un trato justo.

  • Comprometerse tanto a defender un derecho como a aceptar y cumplir con las responsabilidades asociadas a él.

  • Poder aplicar ideales como la libertad, la igualdad y el respeto de la diversidad, en clase y en la vida cotidiana, así como situarlos en el contexto mundial.    

  • Ser capaz de defender eficazmente los derechos propios y los de los demás (con habilidades tales como la discusión, la negociación y la firmeza).

  • Ser capaz de asumir la responsabilidad de las propias acciones.    

3 aspectos clave a tener en cuenta:
  •  CONFLICTO: Las inequidades están relacionadas con los conflictos, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo. La injusticia real o percibida es una de las fuentes más comunes de conflictos y de violencia entre los individuos, los grupos y los países.
  •  POBREZA: Puede ser que la pobreza sea la injusticia más fundamental y más extendida, ya que no permite el acceso a otros derechos fundamentales.
  •  DISCRIMINACIÓN: La discriminación es una injusticia que interfiere en las posibilidades que tienen los individuos de desarrollar su potencial.
Fuente: www.unicef.es